1 Refrigeración y congelación:
El frío hace que las bacterias y hongos crezcan más despacio o que detengan su actividad casi por completo.
En la nevera se produce la refrigeración por encima de 0. La refrigeración nos permite conservar los alimentos unos días.
El congelador tiene que estar siempre con valores inferiores a 0º, lo recomendado es de -18. La congelación nos permite conservar los alimentos mucho más tiempo, pero sin romper la cadena del frío.
2 Vacío:
La técnica de conservación al vacío consiste en el envasar un producto -o elaboración- en una bolsa o envase, extrayendo el aire del interior para evitar que dicho alimento esté en contacto con el oxígeno.
El hecho de que el alimento no esté en contacto con el oxígeno permite que se conserve durante más tiempo en condiciones óptimas para el consumo.
3 Pasteurización:
La pasteurización es un procedimiento que se lleva a cabo mediante el uso de calor. Se basa en someter a los líquidos a altas temperaturas durante un periodo de tiempo determinado.
Su principal objetivo es la eliminación de patógenos en los alimentos para alargar la vida útil del alimento.
Este tratamiento térmico debe ser seguido por un repentino enfriamiento, ya que de este modo todos los microorganismos son eliminados.
Una vez pasteurizados los alimentos, son generalmente mantenidos en frío (4 ° C).
Esta técnica, por ejemplo, es muy utilizada en la leche, en los productos lácteos, en jugos de frutas, cerveza, vinagre, miel.